El antiguo convento de Santa María de los Ángeles de Churubusco, se asienta donde se localizaba el Templo principal del poblado de Huitzilopochco, dedicado a Huitzilopochtli, el cual nos menciona Rebecca Horn (1992) que “después del templo mayor de Tenochtitlán, el de mayor tamaño era el de Huitzilopochco, con muchos templos y torres altas y ornamentadas, pintadas de blanco” (Rodríguez 2013:14). Los franciscanos fueron los primeros en llegar a los nuevos territorios, donde procuraron establecerse en las zonas de mayor concentración indígena, como era el caso de Churubusco (Salazar s.f.: 1); por lo que, tradicionalmente, se ha considerado al conjunto como una de las fundaciones conventuales más antiguas de la Nueva España.
No se tiene un registro en el que se indique la fecha exacta de la fundación de Churubusco, algunos autores han dado sus aproximaciones, por ejemplo Antonio García y Alejandra Rodríguez hacen referencia a que se dio en el año de 1524 (García 1993: 36) (Rodríguez 1983:166-167); por su parte Luis Dubernard menciona que fue en el año de 1526; Nuria Salazar señalan que fue en 1528 (Dubernard 1992: 32) (Salazar s.f.: 1); mientras Mc Andrew y Rodríguez , establecen la fundación durante el periodo comprendido entre 1530 y 1549 (McAndrew 1965: 35) (Rodríguez 1983: 166-167).
El primer templo cristiano edificado en el actual Churubusco, data de 1530, estaba compuesto de una iglesia y una casa cural la cual “no pasaba de ser una pequeña ermita de dimensiones más bien modestas” (Escorza 2013: 22); hasta el momento se desconoce el sitio exacto en el que se encontraba la construcción (Castro y Armida 1982: 9) (Mena y Rangel 1921: 17) (Museo Histórico de Churubusco 1947: 2) (Olivas 1978: 11) (Rosell 1947: VIII). El primer templo fue utilizado principalmente como visita por los frailes franciscanos, cedida posteriormente a los frailes dieguinos (Escorza 2013: 21).
Los dieguinos reedificaron el convento bajo la dirección de Pedro del Monte (Cossío 1946: 84) (Iturbide 1983: 79, 80 y 83) (Olivas 1978: 11) (Rivera 1882: 422 y 424) (Rosell 1947: IX), con la advocación de San Diego de Alcalá (Cossío 1946: 84) (Iturbide 1983: 84) (Mena y Rangel 1921: 18-19) (Rosell 1947: IX).
En el templo de Santa María de los Ángeles se llevaron a cabo varias obras a cargo de distintos benefactores. El primero de diciembre de 1673 Diego del Castillo y su mujer, Elena de la Cruz, otorgaron una escritura en que aceptaban el patronazgo del convento de Churubusco (Castro y Armida 1982: 9) (Rodríguez 1983: 167- 168).
De acuerdo con la Disposición presentada al Capítulo Provisional, los trabajos estaban terminados para el 15 de enero de 1678. En ese entonces el convento estaba habitado por aproximadamente treinta religiosos. Diego del Castillo continuó beneficiando al convento con sus limosnas hasta el 13 de marzo de 1683, día de su fallecimiento (Iturbide 1983: 87) (Mena y Rangel 1921: 25-26).
En el siglo XVIII se hicieron algunas reparaciones a la iglesia con piedras de un montículo, que probablemente se trataba de las ruinas del antiguo templo de Huitzilopochco, lo que provocó las protestas de la comunidad, ya que consideran que en este sitio radicaba la "fuerza" del pueblo (Gibson 1964: 134, 193). También en ese siglo fue la época de mayor auge del convento, ya que en 1726 se enyesaron y pintaron los claustros alto y bajo, celdas, cementerio, sala de profundis, dormitorios, refectorio y sacristía.
Durante la invasión estadounidense de 1847, en este edificio se desarrolló uno de los hechos históricos más conocidos y de gran relevancia a nivel nacional. Con la entrada del ejército invasor al país se tomó la decisión de desalojar a los frailes del convento (Museo Histórico de Churubusco 1947: 3), para que el edificio sirviera como bastión de resistencia y defensa de la ciudad (Dubernard 1992: 105) (García 1891, Volumen V: 500) (Roa 1983: 66-68) (Salazar s.f.: 2). Para la defensa el inmueble fue reforzado con un parapeto de adobe de 2.8 m de espesor, que por la falta de tiempo quedó inconcluso y sólo cubrió el frente, el flanco izquierdo del edificio y un foso de agua de lluvia. Éste fue construido a veinte pasos del edificio por los cuerpos de la Guardia Nacional: Bravos e Independencia, bajo las órdenes del general Manuel Rincón (Museo Histórico de Churubusco 1947: 5).
Después de la batalla de Churubusco, el ejército invasor ocupó la iglesia y el convento por dieciocho días (Castro y Armida 1982: 11).
A raíz de la ley Lerdo, dictada el 26 de junio de 1856, se rigió la desamortización de las corporaciones religiosas, por lo que el convento pasó a manos del clero secular (Castro y Armida 1982: 11). Las leyes de Reforma obligaron a los religiosos a abandonar definitivamente el edificio en 1861 (Museo Histórico de Churubusco 1947: 8) (Rodríguez 1983: 169) (Salazar s.f.: 3).
En el año 1857 fue colocado un monumento a Francisco Peñúñuri y a los caídos en la batalla cerca del antiguo convento; como parte de la ceremonia de inauguración del monumento, la iglesia se decoró con una pira fúnebre, lazos negros y coronas de laurel, y el padre Manuel Pinzón celebró una misa en cuyo sermón encomendó a los huérfanos de las víctimas, al presidente Comonfort (Del Castillo 1983: 106).
En recuerdo de la batalla del 20 de agosto de 1847, el presidente Benito Juárez emitió un decreto en el que el convento de Churubusco y sus anexos se abstuvieron de ser adjudicados a particulares, honrando así la memoria de los mexicanos que murieron en la batalla de Churubusco, reservándose para algún objeto de utilidad pública. El decreto fue publicado en el periódico oficial el 21 de agosto de 1869 (Castro y Armida 1982: 11) (Cossío 1946: 91) (Mena y Rangel 1921: 67-70) (Museo Histórico de Churubusco 1947: 9) (Salazar s.f.: 3).
Para 1916, el arquitecto Manuel Ituarte determinó, que el convento estaba en un estado de ruina avanzado. Entre octubre de ese año y febrero de 1917, el edificio fue albergue de las fuerzas constitucionalistas de Guaymas, Sonora, por orden de Venustiano Carranza (Museo Histórico de Churubusco 1947: 12-13). En 1918 pasó a depender de la Inspección General de Monumentos Coloniales, Artísticos e Históricos (Rodríguez 1983: 173) (Rosell 1947: XIV) que procedió a ejecutar obras de conservación en el inmueble. Tres años más tarde el recinto se encontraba en "ruina" (Mena y Rangel 1921: 27, 71).
En 1939 el edificio pasó a depender del Instituto Nacional de Antropología e Historia ("Edificios coloniales, artísticos e históricos de la República Mexicana que han sido declarados monumentos" 1939: 16) (Museo Histórico de Churubusco 1947: 15-16) (Salazar s.f.: 1). Con motivo del centenario de la defensa de Churubusco, la Secretaría de Educación Pública financió obras de apuntalamiento, reestructuración y restauración del inmueble entre 1947 y 1959.
En la segunda mitad del siglo XX, en el año de 1965, se conocía a este inmueble como el "Museo del Transporte" debido a que se construyeron en la huerta norte del ex convento dos crujías para dar cabida a la gran cantidad de vehículos que exhibía, aunque estos, posteriormente, fueron trasladados a Zacatecas a fines de 1985 (Salazar s.f.: 4)
Una vez que las instalaciones fueron desocupadas por el museo del Transporte, se destinaron para dar cabida al "Departamento de Restauración del Patrimonio Cultural" y el "Centro Regional Latinoamericano de Estudios para la Conservación y Restauración de Bienes Culturales México-UNESCO".
El "Centro Regional Latinoamericano de Estudios para la Conservación y Restauración de Bienes Culturales México-UNESCO", es el antecedente de la escuela de restauración Manuel Castillo Negrete (Museo Histórico de Churubusco 1947: 16) (Tabbush 1973: 22-23) establecida en 1980 y que para 1995 continuaba funcionando en el mismo lugar ("Presencia del C.A. en Coyoacán" 1995: 3) contando ya con renombre mundial (Dubernard 1992: 114).
Desde 1972 se establecieron en este edificio las oficinas de la Dirección Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, sede que se conservó hasta su mudanza en los primeros meses de 1997 a su nuevo recinto ubicado en la calle Correo Mayor número 11 en el centro histórico de la Ciudad de México. (Museo Histórico de Churubusco 1947: 16-18) (Castro y Armida 1982: 13) (Rodríguez 1983: 173).
En 1933 el conjunto ex Convento de Churubusco fue declarado Monumento Histórico por el Depto. de Monumentos Artísticos, Arqueológicos e Históricos de la SEP, dicha declaratoria incluye al atrio, dos jardines, huerta, el convento propiamente dicho y la iglesia (Bassols 1933: s/f).
El 8 de julio de 1959, la Secretaría de Educación Pública emitió un documento en el que se declara "Monumento Histórico", todos los edificios religiosos de propiedad Nacional construidos entre los siglos XVI y XIX (Torres 1959: f. 6).
Este inmueble es Monumento Histórico de acuerdo a los artículos 35 y 36 fracción I de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 6 de mayo de 1972, que establece: "por determinación de esta Ley son monumentos históricos: Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato públicos y al uso de las autoridades civiles y militares y las obras civiles relevantes de carácter privado realizadas de los siglos XVI al XIX inclusive" (Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos 1972: 9).
**Rubro con información adicional