2. El Acueducto sobre la barranca de Ocalco recibe el nombre de “Arcos de Carlos Cuaglia”, en honor del gobernador que dio nombre a la calle en que está situado. Se le conoce así mismo como “los lavaderos” por tratarse de un lugar popular para realizar esta labor doméstica.
Como tantos otros en la zona, es posible que este acueducto fuera construido en el siglo XVIII, para conducir el agua de las tierras templadas y frías de las montañas a los campos y molinos de las haciendas cañeras. Sus dos últimos arcos habían sido ocupados en 1900 por casas habitación.
El agua del acueducto se utilizaba para nutrir fuentes y lavaderos como los que existían detrás del arco central que fueron demolidos en los años treinta de este siglo para construir una escuela.
En 1984 gracias a las gestiones de los vecinos, se liberaron los arcos invadidos y se hizo un paso peatonal.
3. Inscripción en placa: "Estos arcos son parte del antiguo acueducto que llevaba el agua potable a la ciudad desde los ojos de agua de Gualupita. Se atribuye su construcción a Don Manuel de la Borda en el siglo XVIII". Sociedad de amigos del museo Cuaunahuac. INAH 73-17. 7 (5) 1977.