Tello proporciona un relato claro acerca de los primeros lugares ocupados por los antiguos pobladores de Guadalajara. En 1531, se encontraban próximos a Nochistlán, y la ciudad se llamaba Villa del Espíritu Santo. En 1533, la ciudad fue desplazada a Tlacotlán, más tarde a Tonalán, y por orden de Nuño de Guzmán, los pobladores regresaron a Tlacotlán. El asentamiento permaneció en ese lugar hasta 1543 y se construyó un a iglesia, que fue quemada en 1541 durante la rebelión del Mistón.
Tello propone otra explicación. En 1543, la ciudad pidió a los franciscanos que establecieran un convento. Éstos se trasladaron de un lugar próximo a Tetlán donde tenían un establecimiento, que abandonaron, para no mantener dos conventos tan cercanos. En la nueva ciudad, el convento asistía a dos grupos indígenas, cocas y tecuexes; en la ribera norte en Mexicaltzingo, a otro pequeño grupo mexica. Los frailes en un principio, establecidos muy lejos del río, se trasladaron a un sitio poco salubre más cercano al río.
Posteriormente, decidieron trasladar las humildes construcciones a un lugar más alto, de tierra árida, en donde finalmente se quedaron. La construcción primitiva era modesta. Como podemos ver, Tello responde a cada uno de los puntos señalados por De la Marcha. En la época de Ponce (1586) el edificio estaba construido de adobes. Parece que sólo en el siglo XVII la iglesia llegó a tener tres naves con un magnífico techo de madera artesonada. Este edificio fue consagrado en 1611.
Entre 1543 y 1550, los franciscanos construyeron un establecimiento, del que habla en forma tendenciosa el oidor De la Marcha. En la ciudad de Guadalajara había una iglesia y una residencia de frailes franciscanos con una buena huerta y todas las comodidades... El guardián decidió derribarlas y erigir una gran iglesia y una residencia en otro lugar. Tenía tal prisa y presionó a tal grado a los innumerables indígenas, que al mismo tiempo que se derribaba una construcción se levantaba la otra. El comisionario general, a su llegada, ordenó derribar lo que había quedado (o gran parte de ello), para comenzar todo de nuevo. Se iniciaron los trabajos construyéndose una nueva iglesia y una residencia, y así en menos de un año se levantaron y demolieron dos iglesias.
Los esfuerzos y la fatiga de muchos indígenas fueron grandes y sigue siendo.... Se puede señalar que en 1569 Guadalajara comprendía solamente setecientos tributarios, no "innumerables indígenas". De cualquier manera, ningún edificio fue tan opulento como para suponer los abusos laborales referidos por el oidor.
Fue declarado monumento el 8 de noviembre de 1932.
Tras la conquista militar por parte de España en los nuevos territorios que a la larga conformarían la entonces llamada Nueva España, se hizo evidente que también tendría que llevarse a cabo una conquista -por decirlo así- de carácter espiritual, esto, debido a la imperiosa necesidad por parte de los colonizadores de convertir a los naturales a la religión católica que traían consigo de ultramar.
La primera orden religiosa en llegar a la Nueva España fue la de San Francisco de Asís, quienes de manera inmediata se internaron por los confines desconocidos de los territorios que los conquistadores españoles iban reclamando para la Corona, con la labor humanitaria de algunos franciscanos ilustres como Don Vasco de Quiroga en la provincia franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán y de fray Antonio de Segovia en la provincia de Santiago de Xalisco, quienes dedicaron su vida a evangelizar, enseñar oficios y, sobre todo a proteger a las comunidades indígenas para que no quedasen a merced de algunos conquistadores al servicio de la corona española, estas labores no hubieran sido posibles sin la fundación de los conventos, colegios y hospitales, asentados en lugares estratégicos para que los misioneros pudieran desplazarse a los distintos poblados y villas que poco a poco, durante la colonia y aún durante la época del México Independiente, fueron fundándose en nuestro país.
Con la llegada de los evangelizadores franciscanos a la región de Michoacán se estableció en Tzintzuntzan, el primer convento en la región occidente, con el objetivo de evangelizar los territorios de Michoacán, Colima y los poblados cercanos a la futura ciudad de Guadalajara, de este convento partieron las misiones evangelizadoras hacia la provincia franciscana de Santiago de Xalisco; cabe destacar que los misioneros de esta orden habían llegado a esta región hacia el año de 1525 con el objetivo de evangelizar a los pueblos indígenas.
Posterior a la llegada de los franciscanos, alrededor de 1531 llega a este lugar una expedición militar encabezada por Nuño de Guzmán, quien somete a los pobladores indígenas después de sofocar una rebelión de algunos grupos rebeldes, encabezados por la Reina de la monarquía confederada de Tonalá, teniendo con esto el camino libre para la evangelización del territorio que conformaba la Nueva Galicia.
Sin embargo, durante la campaña de conquista, Nuño de Guzmán comete una serie de abusos en contra de los pobladores indígenas al grado de que desde España es nombrado gobernador y enviado a esta región Don Diego Pérez de la Torre con la misión de arrestar y someter a juicio a Nuño de Guzmán. Ya como gobernador de la Nueva Galicia Don Diego cumple cabalmente su cometido poniendo en prisión a Nuño de Guzmán...
...y se aposentó debajo de la higuera...(Diego Pérez de la Torre) en unas casas de la cacica y señora del pueblo de la provincia, habiéndole recibido el capitán Cristóbal de Oñate con el regimiento de la villa de Guadalajara, que estaba a tres leguas de allí, y trajo consigo -seis religiosos de la orden de nuestro padre San Francisco, de quien era muy devoto, y entre ellos- al padre fray Diego Pérez, su hijo, en ocasión que fray Antonio de Segovia era guardián del convento de Tetlán"...
Durante una rebelión indígena muere por consecuencia de un accidente al caerse de su caballo el gobernador Diego Pérez de la Torre, nombrándose como su sucesor al Capitán Cristóbal de Oñate, pero debido a sucesivas rebeliones indígenas se solicita ayuda a México y el capitán Pedro de Alvarado acude en su auxilio, pero este pierde la vida al ser derrotado en donde será la futura ciudad de Guadalajara el 4 de Julio de 1541; por lo tanto, tras estos ataques indígenas se decidió cambiar la ubicación de la ciudad al valle de Atemajac, con la finalidad de establecer el asentamiento definitivo de la ciudad.
“El 9 de Octubre de 1541, en la plaza principal de Tetlán, se pregona y hace el empadronamiento para construir la nueva ciudad, pero si bien es cierto que puede dicha fecha tenerse como punto de partida de la nueva fundación, ésta no se vino a efectuar de hecho, sino hasta el año de 1542, ya que los acontecimientos de la guerra ocuparon del todo la atención del mismo gobernador. Todo pacificado, era el tiempo oportuno para la formación de la nueva ciudad de Guadalajara”
El 5 de febrero de 1542, Cristóbal de Oñate nombra a las autoridades de la nueva ciudad y es el 14 de febrero de ese mismo año, con la instalación del ayuntamiento, queda constituida de manera formal la ciudad, pero es al día siguiente -el 15 de febrero de 1542- que se coloca la primera piedra por el Virrey Don Antonio de Mendoza, quedando con este acto formalmente fundada la ciudad de Guadalajara.
ESTABLECIMIENTO Y CONSTRUCCIÓN DEL CONVENTO
Es precisamente en ese mismo año de 1531 cuando se establece el primer convento franciscano en Tetlán (5) y donde comienza la labor evangelizadora de fray Antonio de Segovia, personaje clave en la tarea evangelizadora y en la fundación de la ciudad de Guadalajara. A petición de los españoles, fray Antonio de Segovia decide trasladar el convento desde Tetlán al margen oriental y hacia arriba del río de San Juan de Dios, frente al asentamiento de los Mexicanos (Mexicaltzingo) donde posteriormente se levantó el Templo de San Sebastián de Analco.
ANALCO fue el nombre con que se designó este barrio, ya que Analco quiere decir "al otro lado", barrio que vino a formarse con los indios de Tetlán, quienes siguieron al Padre Segovia. Tanto esta fundación como la de Tetlán, por lo que respecta al convento, no sería sino sencilla, de adobe "Y techo de zacate, creo que ni de terrado, como más tarde se hicieron las iglesias y conventos…"
Sin embargo, el convento no prospera debido a las condiciones difíciles del lugar volviendo a cambiar nuevamente de sede, como lo describe fray Antonio Tello: "...y habiendo pasado algún tiempo, aunque poco, viendo los religiosos que estaban apartados del río y que por esto pasaban algunas descomodidades, determinaron mudar el convento y fundaron de la otra parte, cerca del río, y así le fundaron un tiro de arcabuz más arriba, en parte seca y enjuta, entre la ciudad y Mexicaltzingo, y se fue obrando con más fundamento que antes, que es el puesto donde agora está, mirando la puerta de la Iglesia a Mexicaltzingo y Analco por ser Parrochia de estos pueblos, y quedando la ciudad a las espaldas; hasta que a persuación y ruegos de Diego de Colío y de otros conquistadores y vecinos de la ciudad, y con gusto de los indios, se cerró la puerta que miraba a Mexicaltzingo y se abrió para la Ciudad. Todo lo cual se hizo siendo el primer Guardián el Santísimo padre Fr. Antonio de Segovia."
Podemos resumir que el convento estuvo en cuatro lugares en la región que ocupa actualmente la ciudad de Guadalajara, ordenándola cronológicamente de esta manera:
1531: Primera fundación del convento en Tetlán,
1542: Febrero o marzo, se traslada el convento a Analco,
1543: Traslado del convento cerca del río al lado poniente,
1554: Traslado a su lugar definitivo
No se tienen datos precisos de las fechas, desde la fundación del primer convento hasta el último de los traslados, desde la última ubicación del convento en Analco, solo podemos hacer la siguiente cita:
..Nada nos dice el cronista, ni siquiera en forma