2. Fue propiedad del Mayorazgo Chávez Nava. Se reconstruyó a finales del siglo XVII, en estilo mudéjar, siendo el edificio más alto de esta época en la ciudad. El último nivel, fue agregado a principios del siglo XX, por el arquitecto Federico E. Mariscal, respetando y conservando su estilo original. En ella vivió, hacia 1876, el general Ignacio Mejía, Ministro de Guerra durante los gobiernos de Benito Juárez y de Lerdo de Tejada. La habitó, a principios de siglo XX, el arquitecto Guillermo Heredia, autor del Monumento a Juárez, realizado entre 1909 y 1910.
Fue declarado monumento el 9 de febrero de 1931.
Incluido en el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de abril de 1980.
La Casa de las Ajaracas, ubicada en Guatemala 34-38 y Argentina 2 y 4 en el Centro Histórico de la Ciudad de México, debe su nombre a la ornamentación de yesería basada en lacería de ocho a la manera de los artesonados mudéjares. Sin embargo, atendiendo la tradición de relacionar los inmuebles con su propietario, ésta debe denominarse como la "Casa del mayorazgo Chávez Nava" que se componía de cuatro casas y tres tiendas unificadas por la decoración
El solar debió ser otorgado a un conquistador, de acuerdo con la traza de la ciudad de México diseñada por el geómetra Alonso García Bravo. Si bien no se conoce el nombre de este primer propietario, hacia la última década del siglo XVI el canónigo Pedro de Nava, quien fue Rector de la Real Universidad en los años de 1559 y 1563, ya habitaba en esa esquina. Para conservar la propiedad en la familia instituyó un mayorazgo, cuyos fundadores fueron su sobrina Catalina de Nava y su esposo Diego Troche Arévalo, con la condición de que se conservara el apellido Nava. Por esta razón los descendientes de dicho matrimonio conservaron la propiedad hasta de 1773, año en que fue rematada y adquirida por el Convento de la Concepción. Años después el 19 de julio de 1860, fue vendida a Nathaniel Davidson, representante del banco inglés Rothschild, como pago de una deuda del clero; sin embargo sólo la conservó hasta 22 de abril de 1864 porque la vendió al también inglés, Thomas Gillow, quien fue padre del primer arzobispo de Oaxaca, Eulogio Gregorio Gillow y Zavalza. El 19 de febrero de 1874 fue vendida nuevamente al comerciante Francisco Salmón, que a su vez la vendió a la señora Dolores Díaz de Prado el 12 de mayo de 1874. A partir de esta fecha, el inmueble perteneció varios años a esta familia. Es importante indicar que la casa de la esquina le fue heredada en 1896 a su hija Dolores Prado, esposa del ingeniero arquitecto Guillermo Heredia, quien construyó el hemiciclo a Juárez, y de quien se sabe contaba con importantes colecciones de arte y arqueología.
El inmueble tiene varias etapas constructivas, la primera debió ser la edificación del primer solar que seguramente fue modificado por el canónigo Pedro de Nava para habilitarla y rentarla; además de las accesorias que daban a la calle y que se fueron adaptando durante el siglo XVII. Al iniciar el siglo XVIII las casas mostraban un deterioro notable, por lo que en 1707 se comenzó la reedificación de la esquina por el arquitecto Pedro de Arrieta. Lo mismo ocurrió con las casas sobre la calle de Guatemala entre 1755-1756 bajo la dirección del también arquitecto Ildefonso de Iniesta Vejarano. Así se conservaron sin mayores cambios, realizándose las adaptaciones que eran necesarias para los diversos usos comerciales que tuvieron los entresuelos y las accesorias. En 1929, la propiedad la adquirió José Peral, quien intentó derribarla, acción que fue frenada por la entonces Dirección de Monumentos Coloniales. Entre 1931-1933 Peral contrató al arquitecto Federico Mariscal para hacerse cargo de las obras que consistieron en la conservación de la ornamentación de la fachada original y en aumentarle un nivel.
La casa de la esquina, sobre la calle de Argentina, fue derribada en 1994. Actualmente el predio pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia y debido a las excavaciones arqueológicas se han localizado varias ofrendas y diversas piezas arqueológicas y virreinales, entre las que sobresale el descubrimiento del monolito de la diosa Tlaltecuhtli. Sobre la calle de Guatemala sólo permanece en pie un tramo de la antigua propiedad y que a partir del 4 de diciembre de 2006 es sede del Museo Archivo de la Fotografía de la Ciudad de México. (1)
(1). Investigación inédita proporcionada por: Mtra. Gabriela Sánchez Reyes.
Cronología.
1527- Los solares de plaza mayor se repartieron el 8 de febrero. Esta esquina le tocó al padre Luis Méndez.
S. XVIII- Se reconstruyerón a fines de siglo.
1715 - Cruz en cubo de escalera con esta fecha.
1919 - Se resana fachada conservando decoración de argamasa geométrica (ajaracas).
1929 - Se vuelve a resanar fachada. Propietario: Benito Gómez.
1930 - Se pretende demoler el inmueble. Propietario: José Peral. Solo debe reconstruirse.
1931 - Fue reformada.
Se declara Monumento el 9 de febrero. Solicitud de obras de reestructuración. El propietario se ampara y pierde el amparo. Solicita demoler el inmueble. No se autoriza . Solicitud para demoler fachada y reconstruir una igual, abrir cuatro balcones y dos ventanas: en el interior demoler todo, reponer arcos de escalera y conservar nicho. Se inicia la demolición sin autorización.
1932 - El propietario solicita se cancele declaratoria No se acepta. Se le cita al propietario para reconstruir lo demolido
1933 - Solicitud de exención predial
1955 - Reparación de repisones y cornisas de la fachada
1957 - Se ratifica la declaratoria el 27 de marzo
1977 - Se inscribe el 4 de julio en el Registro Público de Monumentos, libro uno, fojas 200, número 230.
1978 - El no. 34 y el no. 38 gozan de exención predial del 50%.
2. Ubicada en la esquina de las calles de Guatemala (antes de las Escalerillas) y de República de Argentina (antes del Reloj), la Casa de las Ajaracas originalmente comprendía una extensión de cinco predios con fachadas al sur. Construida a finales del siglo XVI, fue propiedad del mayorazgo de los Acebedos y debe su nombre al decorado de ocho picos, y los "ornamentos laceados revestidos con un mortero de cal diluida e incorporada en clara de huevo. De acuerdo con las crónicas, este encaje arquitectónico que imita las formas de las hojas entrelazadas utilizadas en la jardinería árabe, fue inventado en el siglo XV, pero ya en el XVIII estaba en franca decadencia, debido al alto costo de su manufactura y de los materiales utilizados." Además de su antigüedad y la particularidad de su arquitectura -la ornamentación de sus fachadas, así como la distribución de la planta del edificio eran ejemplares únicos en México-, un hecho histórico le suma importancia como patrimonio, pues se dice que el lugar donde se ubica fue el punto a partir del cual Alfonso García Bravo, alarife de Hernán Cortés, hizo el trazo de la ciudad capital de la Nueva España. (1)
La belleza arquitectónica del edificio y sus primeros dueños le heredan su prosapia por lo que don Artemio de Valle-Arizpe se refiere a este inmueble como casa palacio que es "característica de esa época y de las pocas de ese tiempo que aún quedan en México sin mayores modificaciones en su fachada elegante. Es de las llamadas tipo mudéjar, con lindos esgrafiados, que no son éstos sino las pacientes labores de argamasa que forman complicados y simétricos dibujos que recubren todos los muros. El nicho de la esquina [hoy desaparecido] es de una belleza insuperable; algo muy delicado, lleno de originalidad, por el singular acierto y refinamiento con que se resolvió". (2)
En su momento, De Valle-Arizpe buscó ubicar el mayorazgo de los Acebedos, sin obtener resultados, pero fue gracias al duque consorte de Castroterreño, Ignacio Villar Villamil, quien consultó en el Archivo General el tomo 341 de la Inquisición y el tomo 223, que le brinda al ilustre escritor una carta con los resultados de sus pesquisas: "[…] en una declaración de don Francisco de las Casas, marido de doña Beatriz de Acebedo, diciendo que su mujer es sobrina de doña Melchora de Aberruza, e hija de doña Catalina Pellicer de Aberruza su hermana mayor, mujer que fue de Miguel Rodríguez de Acebedo, portugués, natural de la ciudad de Oporto". Estos dos personajes fundaron un primer mayorazgo a finales del siglo XVI o principios del XVII, y después "se encuentra a un don Alfonso de Acebedo y a su mujer doña Melchora Pellicer que fundarían también mayorazgo posteriormente. En fin, don Diego Mateo de Acebedo fundó otro mayorazgo con los apellidos de Acebedo Carbajal. Casó con doña Luisa de Estrada. Todos estos mayorazgos fueron heredados por doña María Luisa Acebedo Estrada y Carbajal en principios del siglo XVII, y permanecieron en casa de los marqueses de Uluapa hasta su extensión, a mediados del siglo pasado". (3)
Un dato importante que brinda Ignacio Villar Villamil, y que seguramente tiene relación con el estilo con el que se construyó la casa, involucra a Miguel Rodríguez de Acebedo, quien, como ya se mencionó, nació en Portugal, lugar donde se conservan ejemplos de arquitectura mudéjar, aunque en menor medida y con una decoración mucho más simple que en España: "elementos decorativos de inspiración mudéjar se encuentran en los azulejos de iglesias y palacios, como los azulejos del siglo XVI importados de Sevilla que decoran el Palacio Nacional de Sintra. Techos de madera mudéjar se encuentran en iglesias de Sintra, Caminha, Funchal, Lisboa y otros lugares". (4)