Información 1984:
Incluido en el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de abril de 1980.
Este inmueble fue el Palacio del Conde de Regla, monumento histórico del siglo XVIII declarado monumento federal el 9 de febrero de 1931 y en 1972. Sufrió modificaciones en el siglo XIX (construcción del tercer nivel) y en la década de 1920 para convertirlo en edificio de departamentos de alquiler. Es propiedad del Gobierno del Distrito Federal y se encuentra deshabitado desde hace algunos años. La administración anterior pretendió, en un momento, remozarlo como sede de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno del Distrito Federal, función que difícilmente podría cumplir, pues el inmueble esta constituido por departamentos que presentan las subdivisiones de las casas habitación, es decir cuartos pequeños, comparados con los espacios que requiere la administración pública para su funcionamiento.
Información 2009:
2. Esta casa, ubicada en la antigua calle de San Felipe Neri, hoy República de El Salvador, a unos pasos del ex Oratorio de San Felipe Neri, en opinión del arquitecto Luis Ortiz Macedo, "es una de las residencias nobiliarias más suntuosas. Ningún otro palacio, salvo el virreinal, llegó a poseer tantos elementos de plata cincelada en su ornamentación, ni siquiera el palacio de los condes de Santiago de Calimaya o el de los descendientes del marqués del Valle de Oaxaca". (1)
El 7 de diciembre de 1768, el rey Carlos III concedió el título de conde de Santa María de Regla a Pedro Romero de Terreros, caballero de la Orden de Calatrava; como caso excepcional, ingresó a dicha orden sin presentar pruebas de nobleza de sangre por orden del rey, "en atención a los altos méritos que poseía y los grandes servicios prestados a la Corona". (2)
Pedro Romero de Terreros fue uno de los hombres más notables y ricos de la colonia. Nació en Huelva en 1710 pero se trasladó a la Nueva España para ocuparse de los bienes heredados por su hermano José, quien murió en estas tierras. Después se estableció en Querétaro, donde vivía su tío Juan Vázquez de Terreros, de cuyos negocios se hizo cargo con éxito. En Querétaro llegó a ser alcalde ordinario en 1742 y, posteriormente, alférez real y alguacil mayor. Muerto su tío, heredó la fortuna que le permitió asociarse con José Alejandro Bustamante en la explotación de las minas de Real del Monte. Trece años después, cuando manejaba ya él solo la empresa, llegó a la veta de La Vizcaína. La bonanza de metales que se suscitó con ello, lo convirtió en uno de los hombres más ricos de la Nueva España. Emprendió obras de beneficencia y dio generosos donativos a colegios y conventos, como al Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo y a los de Propaganda Fide de Santa Cruz de Querétaro, de San Francisco de Pachuca y San Fernando de México, al cual donó, además, el colateral mayor y el órgano de la iglesia. En 1774 Romero de Terreros fundó el Monte Pío de Ánimas, (hoy Nacional Monte de Piedad) en la Ciudad de México. Auxilió económicamente a los virreyes De Croix y Bucareli y, en 1776, le obsequió a Carlos III un navío de guerra con ochenta cañones, El Conde de Regla, el cual participó en la batalla de Trafalgar en 1805 contra la flota inglesa. Murió en su hacienda y real de minas de San Miguel Regla, en 1781. (3)
Contrajo matrimonio en 1756 con María Antonieta de Trebuesto, emparentada con los condes de Miravalle. El primer mayorazgo de los futuros condes de Regla quedó integrado por las minas y haciendas de beneficio de Real del Monte y Zimapán, la casa de la calle de San Felipe Neri, las haciendas de San Javier, Chicabasco, San Pablo y varias más, de tal suerte que su familia fue una de las más acaudaladas del virreinato. Posteriormente, su hijo agregó al mayorazgo los títulos de marqués de Villahermosa de Alfaro y San Bartolomé de Xala, al contraer matrimonio con la heredera de ellos. Integró también las haciendas de Casa Blanca, Temoaya, Santa Inés, La Gavia y numerosas casas más. El tercer mayorazgo adquirió las haciendas de San Cristóbal en Acámbaro, Pátzcuaro, La Cañada y numerosas casas en México, Querétaro y Pachuca. "Las distintas ramas nobiliarias agrupadas se convirtieron en los terratenientes y propietarios de minas más prósperos y acaudalados al declinar el periodo virreinal y reunieron en la misma familia el mayor número de títulos de Castilla en la Nueva España. Actualmente, quien ostenta el título de conde de Regla es Sebastián Rincón Gallardo y Corcuera". (4)
"Este palacio y el segundo edificado por los condes de San Mateo de Valparaíso, llamado palacio de Iturbide, fueron los únicos construidos al lado de un convento, en este caso el de San Felipe Neri de la orden de los oratorianos". (5) A principios del siglo XVIII, los filipenses decidieron construir una fachada de iglesia con torre, en el estilo de portada nicho, que quedaba exenta del templo, al que se llegaba atravesando un patio -caso singular en la arquitectura y único en México-, (6) lo que dio mayor realce al volumen imponente del palacio del conde de Regla. A mediados del siglo XVIII, los religiosos iniciaron la construcción de un nuevo templo más grande, a cargo del arquitecto Ildefonso de Iniesta Bejarano; sin embargo debido a un fuerte sismo ocurrido en 1768 y los graves daños que éste ocasionó, los filipenses solicitaron al virrey y al arzobispo ocupar el templo de La Profesa -desocupado un año antes por los jesuitas debido a su expulsión por orden de Carlos III. La obra de la nueva iglesia permaneció abandonada hasta que, a mediados del siglo XIX, los hermanos Porfirio y Francisco Macedo la adquirieron para construir, dentro de lo que debió ser la nave del templo, un teatro que funcionó hasta la cuarta década del siglo XX, con el nombre de Teatro Arbeu. (7)
Con las modificaciones realizadas para el nuevo proyecto, se perdió la plazuela atrial y en su lugar se creó un gran hall de entrada (foyer) de cinco accesos al nuevo teatro. En 1959 el gobierno federal expropió estos predios y, diez años después, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entonces regida por el licenciado Antonio Ortiz Mena, inició los trabajos de restauración para instalar ahí la Comisión Nacional Bancaria y la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. La obra fue encomendada a los arquitectos Enrique y Agustín Landa, con quienes colaboraron los arquitectos Luis Ortiz Macedo y Carlos Chanfón Olmos como asesores en restauración; a este último se debe la solución terminal de la fachada inconclusa del segundo templo, que no pudo concluir Iniesta Bejarano. "Gracias a esta restauración se restableció la plazuela atrial, que hoy permite apreciar como nunca la magnitud del volumen arquitectónico y la esplendidez de las fachadas del palacio del conde de Regla". (8)
Por lo que se refiere a la casa del conde de Regla, "la fachada del monumental palacio estaba resuelta en tres plantas. Sus enmarcamientos están ornamentados a base de pilastras molduradas, que alcanzan la cornisa por medio de capiteles apenas bocetados. Los medallones circulares [...] que adornan los dinteles, repiten un elemento de cerramiento que aparece en las grandes portadas desde finales del siglo XVII. Las seis puertas de acceso a los almacenes son obra del siglo XX. El local más cercano al atrio de San Felipe Neri servía como oficina administrativa y un poco como lonja particular, por lo que ahí se reunían, todas las mañanas, numerosos comerciantes para acordar precios y concertar operaciones mercantiles. La antepenúltima portada hacia el oriente era la entrada de los carruajes, los cuales atravesaban el patio principal y alcanzaban el segundo, situado lateralmente con respecto a la escalinata monumental". (9)
"La planta noble se abre a la calle por medio de cuatro balcones, los centrales corresponden al amplio salón del trono; los del poniente, al del estrado, y los de la crujía oriente, a la recámara del conde. Los barandales de hierro forjado poseen una cierta jerarquía en el tupido dibujo de sus barras, que repite el tradicional modelo de corazones encontrados, tan característico en la obra de los forjadores del siglo XVIII". Un elemento contemplado en el proyecto del palacio preveía la construcción, en el nivel que se comunicaba con las amplias azoteas del mismo, de salones de esparcimiento y áreas para disfrutar de festejos y bailes al aire libre durante las calurosas tardes de primavera y de verano; de este modo el arquitecto pretendía usar estas áreas para que sus propietarios e invitados disfrutaran de los extensos y bellos jardines del convento oratoriano. (10)
En 1928 el palacio fue adquirido por comerciantes españoles que obtuvieron el permiso para demolerlo casi totalmente, debido a que se encontraba prácticamente en ruinas. De la antigua edificación conservaron la crujía que da a la calle y le añadieron un tercer nivel para edificar una vecindad en cuatro niveles que devaluó considerablemente su excelente apariencia. (11) Posteriormente, pasó a ser propiedad del Gobierno del Distrito Federal y se pretendió que fuera la sede de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, lo cual difícilmente pudo haber ocurrido, pues el inmueble para entonces ya estaba dispuesto y subdividido para alojar casas-habitación. (12)
Fue declarado monumento histórico el 9 de febrero de 1931 y nuevamente en 1972. Se incluyó en el Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de abril de 1980. (13)
3. "Esta fue la casa de Don/Pedro Romero de Terreros/Conde de Regla fundador/del Monte de Piedad/reedificada en 1928./1768./Dirección de Monumentos Coloniales/ y de la República."
3. "RECONSTRUIDA/POR/FRANCISCO/CORTINA/GARCIA/INGENIERO/CIVIL/AGO DE 1998."