Se piensa que el templo de Santa Úrsula fue construido originalmente alrededor del siglo XVI, como una ermita (Aceves 1988: 11) (Cossío 1946: 48) (Gamboa 1991: 53); aunque Delfina López (2012: 41) conjetura que fue dedicada en 1582 debido a su cercanía con otros pueblos (como San Pablo Tepetlapa y Hueypulco) que se dedicaron en esa fecha.

El aspecto de la capilla original se vio plasmada en un plano del barrio de 1723, pero fue modificado en el siglo XIX, conservando únicamente de la época virreinal la torre campanario realizada en siglo XVIII (Gómez 2006: 24) (Salas 1994: s/f).

En el año de 1733 se entregó al pueblo de Santa Úrsula Coapa la cédula virreinal que acreditaba las tierras comunales de este pueblo (Gómez 2006: 25).

Entre los años 1734 y 1735, un vecino del pueblo llamado Pedro Nolasco donó dinero y se encargó de la reconstrucción de la capilla, llamando a un maestro arquitecto de la Ciudad de México para efectuar los trabajos; Nolasco también compró una campana, así como recupero dos pedazos de tierra de la capilla que habían sido usurpadas (López 2012: 42).

Un dato curioso en su historia se encuentra en el proceso penal, levantado en 1804 por don Pedro Larrea -juez corregidor de Coyoacán- en contra de Andrés Avelino Guadalupe, por el robo de algunos manteles de sus altares. El hijo del guarda de la garita de Santa Úrsula, entregó al acusado al alcalde del pueblo (Criminal: 382-414).

Se sabe que, en el año 1918, el templo aún conservaba pintura y escultura de la época de su fábrica (Salas 1994: s/f).

Durante la primera mitad del siglo XX, las actividades de culto de Santa Úrsula se vieron afectadas por la persecución religiosa. El padre Luis G. Flores fue encarcelado por violar la ley de cultos después de celebrar misa en este edificio (Aguilar 1979: 115).

Para el año de 1956, se solicitó a la Dirección General de Bienes Nacionales el permiso para realizar obras de ampliación al templo, estas consistían en aumentar el entre eje del frente del templo, para mover la fachada a un nuevo paramento (Marin 1956: f.1).

En el año de 1963, se solicitó la ampliación del ábside, así como la intervención a la sacristía para agregar un medio nivel conforme al proyecto presentado a la Dirección de Bienes Inmuebles (Gómez 2006: 24) (Flores 1964: f.13). Mientras que para 1968 se remodelo el atrio, esto incluyó la demolición de una barda intermedia, así como la implementación de una escalinata para solucionar el problema del desnivel entre plataformas (Gómez 2006: 24) (Le Duc 1968: f.18).

De acuerdo con testimonios orales, recogidos en los años ochenta del siglo XX, el templo de Santa Úrsula estaba perdiendo la costumbre de celebrar la visita de la imagen del Señor de las Misericordias, proveniente del pueblo de Los Reyes (Aceves 1988: 171). La fiesta patronal de Santa Úrsula se celebra del 21 al 27 de octubre (Velasco 1995: 29).

Derivado del sismo del 19 de septiembre de 2017, personal de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH junto a personal prestador de servicio social de la UNAM, llevó a cabo una serie de visitas para valorar y reconocer los daños en los inmuebles históricos de la Ciudad de México, en la visita al Templo de Santa Úrsula Coapa, se pudo observar fisuras en varias partes del muro sur del coro, que colinda con la torre del campanario; también se observó la caída de una cruz (Subdirección de Catálogo y Zonas 2017).

El 8 de julio de 1959, la Secretaría de Educación Pública emitió un documento en el que se declara “Monumento Histórico”, todos los edificios religiosos de propiedad Nacional construidos entre los siglos XVI y XIX (Torres 1959: f. 6).

Este inmueble es Monumento Histórico de acuerdo a los artículos 35 y 36 fracción I de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 6 de mayo de 1972, que establece: “por determinación de esta Ley son monumentos históricos: Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato públicos y al uso de las autoridades civiles y militares y las obras civiles relevantes de carácter privado realizadas de los siglos XVI al XIX inclusive” (Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos 1972: 9).