Durante las primeras décadas del siglo XX la región ubicada al poniente de la antigua Villa de Guadalupe se incorporó al desarrollo urbano que se estaba viviendo en la ciudad de México. Una vez lotificada, en la colonia Tepeyac Insurgentes fueron levantadas construcciones de diversos estilos; uno de los principales corresponde al Colonial Californiano, que si bien fue importado de los Estados Unidos, se fundió con elementos de la arquitectura colonial mexicana.

En los años en los que se edificó la colonia el cine vivía una época dorada, muchas construcciones fueron levantadas para albergar salas cinematográficas, como es el caso de este edificio. El cine Lindavista fue de gran tradición y referente urbano en la zona durante la segunda mitad del siglo XX. Fue construido por el arquitecto Charles Lee, quien creó una fachada y un par de taquillas de planta circular cubiertas con cúpulas recubiertas de mosaico amarillo y rojo, lo que da como resultado un buen ejemplo del estilo neocolonial, en el que mascarones, roleos, figuras fitomorfas y cortinajes petrificados dominan la escena, siguiendo la idea de su autor, quien consideraba que el espectáculo debía comenzar desde la calle. Esta fachada es lo único que se conserva del antiguo cine y será el acceso al santuario de San Juan Diego, cuyo interior está siendo proyectado en estilo contemporáneo. El 1 de agosto de 2002, un día después de la canonización de Juan Diego, el Papa Juan Pablo II bendijo este lugar.

El inmueble catalogado, si bien corresponde al siglo XX, es representante de la arquitectura antes señalada, la cual comienza a desaparecer en la zona; es por ello que se consideró integrarlo en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles como un edificio con valor cultural, testigo de una época.